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J A R D Í N O M E G A
La tierra ahora respira, quitamos el cemento y sembramos un frondoso jardín que se desborda de vida.
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Un jardín de bienvenida para promover la calma frente a la velocidad citadina, un recordatorio de lo sagrado antes de entrar a casa.
El Jardín Omega se origina por dos impulsos creativos. El primero fue liberar un fragmento de suelo. Quitamos tres placas de cemento para que la tierra pueda respirar y permitir que agua entre en el manto acuífero. Para esto creamos una jardinera contenida por piedra volcánica que iba a ser removida de un terreno en las inmediaciones del proyecto.
Mejorar la cualidad experiencial del patio fue el segundo impulso. Recordando los aprendizajes del profesor José María Buendía, propusimos una vegetación densa y envolvente que nos ayuda a generar un recorrido que transita entre la luz y la sombra. A través del misterio, generamos un lugar al que se puede salir para tomar aire y bajo el perfume de las flores hacer tierra.
Producción: Corazón Copil, 2019
Dirección creativa y ecosistémica: Diego Monterrubio
Colaboración: Maricela Olmedo, Ciro Jiménez
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